Estados Unidos enfrenta una escasez de suministros de bebidas que podría suponer una mayor dificultad para encontrar el alcohol favorito durante las fiestas
Las bebidas alcohólicas viven en el actual contexto estadounidense uno de los momentos de mayor escasez de suministros debido a la pandemia. Esta situación podría traer dificultades para los consumidores en las ya próximas festividades.
“Los retrasos en la cadena de suministro y la escasez de botellas de vidrio para el vino y los licores podrían suponer una mayor dificultad para encontrar tu alcohol favorito durante las fiestas”, puntualizan los reportes.
Las bebidas alcohólicas viven en el actual contexto estadounidense uno de los momentos de mayor escasez de suministros debido a la pandemia.
En Pensilvania, por ejemplo, “las autoridades han limitado la venta de ciertas marcas a dos botellas por persona y por día desde el 17 de septiembre, debido a las interrupciones persistentes en la cadena de suministro y la escasez de productos”, explicó la comisión estatal de alcohol.
“Habitualmente imponemos límite por botella a productos para los que sabemos que la demanda excederá la oferta, para distribuir el producto de la manera más justa posible”, dijo Shawn Kelly, secretario de prensa de la Junta de Control de Licores de Pensilvania.
El análisis de los expertos sobre la escasez de suministros
Sobre la escasez de suministros, los expertos afirman que no se agotarán por completo los vinos y las bebidas espirituosas a medida que se acerque el día de Acción de Gracias, pero es posible que los consumidores tengan que acudir a varias tiendas antes de conseguir por fin su botella preferida.
“Estamos viendo algunos desabastecimientos de los grandes destiladores, y también los destiladores artesanales están teniendo problemas”, declaró David Ozgo del Distilled Spirits Council.
Sobre la escasez de suministros, los expertos afirman que no se agotarán por completo los vinos y las bebidas espirituosas a medida que se acerque el día de Acción de Gracias, pero los consumidores tendrán que acudir a varias tiendas antes de conseguir por fin su botella preferida.
Muchos licores de alta gama, como el escocés y el coñac, están atascados en los puertos de reserva, ya que alrededor del 40% del alcohol fuerte de Estados Unidos es importado.
“Estamos viendo algunas carencias procedentes de los grandes destiladores y también los destiladores artesanales están teniendo problemas”, aseguran. “También hay escasez de botellas de vidrio que contienen vino y licores, lo que ha aumentado el dolor de cabeza”.
“Nuestra empresa ha producido suficiente cantidad de vino para hacer frente a la gran demanda, sin embargo, no puede conseguir suficientes botellas para ponerlo, lo que deja el vino atascado en tanques de almacenamiento por ahora”, asegura Fryer Phil Long, el fundador de Longevity Wines de California.
“Cada vez más, tenemos que dejar el vino en estos tanques o comprar tanques adicionales para ayudar a almacenar el vino”, dijo. “Existe la posibilidad de que el vino se estropee y de que el vino no sea lo que uno quería”.
La aleccionadora escasez de suministros podría extenderse
“Algunos de los productos en los que estamos viendo escasez para el Día de Acción de Gracias, es muy probable que también veamos escasez de suministros en torno a la temporada navideña”, dijo Ozgo.
“Prepárese para un pequeño shock de precios en las estanterías cuando vaya a comprar su vino”, declaró Long. “Y si encuentras tu vino, mi sugerencia es que te abastezcas”.
“Algunos de los productos en los que estamos viendo escasez para el Día de Acción de Gracias, es muy probable que también veamos escasez de suministros en torno a la temporada navideña”, dijo Ozgo.
Según medios estadounidenses, varios estados como Vermont, Ohio, Nueva Jersey y Alabama están experimentando dificultades, algunos desde julio, mientras varios estudios han mostrado un aumento en el consumo de alcohol desde el inicio de la pandemia.
Mac Gipson, administrador del Control de Bebidas Alcohólicas de Alabama, señala que el problema es “en parte un asunto de la cadena de suministro global”, que presenta escasez de vidrio en algunos lugares y tapas de botellas en otros.
Los productores estadounidenses ya enfrentaban escasez de mano de obra, problemas de entrega y una mayor demanda de restaurantes y bares que reabrieron al mismo tiempo cuando acabaron las restricciones por la pandemia. También ha habido problemas con el transporte transatlántico y el desembarco en puertos estadounidenses.
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