Vino de fresa irlandés… ¿De verdad? Cuando pensamos en Irlanda, este vino no es el que precisamente nos viene a la mente, veamos la historia de una bodega pionera
Si hablamos de productos irlandeses, el pensamiento obvio se volvería hacia Guinness o whisky irlandés o tal vez incluso sidra; sin embargo, el vino de fresa irlandés o el vino en cualquier otra forma, nunca sería el protagonista de nuestra conversación, pero sí de este post.
Los vinos de fresa se elaboran en muchas partes del mundo, pero esta es la primera vez que se hace en Irlanda: “Una bodega pionera se ha enfrentado a este hecho y ha creado vinos asombrosos con una fruta que crece particularmente bien en la «tierra de las mil bienvenidas», la fresa”.
“Una bodega pionera se ha enfrentado a este hecho y ha creado vinos asombrosos con una fruta que crece particularmente bien en la «tierra de las mil bienvenidas», la fresa”.
“Mucha gente se interesa por lo que hacemos, quiere probar nuestros vinos y ver cómo los hacemos”, dice el copropietario y enólogo de Wicklow Way Wines, Brett.
Se necesita una gran cantidad de tiempo y cuidado para crear vinos a partir de las bayas y nutrirlas hasta la perfección. Las bayas que utilizamos se seleccionan de los productores locales irlandeses y luego se prensan suavemente para liberar sus ricos jugos. La fermentación, la maduración y otros procesos naturales se llevan a cabo con mucha atención, y la mezcla, la filtración y el etiquetado tienen lugar aproximadamente un año después del inicio del proceso. Todo esto lo hacemos nosotros mismos, en familia, para garantizar el máximo cuidado de principio a fin.
Todo este duro trabajo culmina en nuestros premiados vinos irlandeses de mora, frambuesa y fresa Móinéir”.
La esencia de la fresa plasmada en un buen vino
La temporada de fresas ya ha quedado atrás. Wicklow Way Wines, propiedad de Brett Stephenson y Pamela Walsh, ha sabido plasmar la esencia de esta fruta en una versión aún más interesante, para que la disfrutemos durante todo el año.
Su vino de fresa irlandés se elabora con frutas cultivadas en el “jardín de Irlanda” en las áreas alrededor de Wicklow Way, al sur de Dublín. Su marca llamada “Móinéir” es la palabra gaélica para ‘prados’ donde se recolecta la mayor parte de la fruta.
Técnicamente hablando, el vino de fresa irlandés no es fácil de hacer. Es muy delicado y tiende a oxidarse con mucha facilidad. Se necesita un gran cuidado de la fruta para conservar su hermoso aroma y sabores. Habiendo probado personalmente sus vinos, puedo dar fe de que han hecho un trabajo brillante.
Ya se espera ansiosamente sus otros lanzamientos de vino de flor de saúco y una mezcla de saúco / mora. Con suerte, deberían ser liberados pronto.
La bodega ha ganado una aceptación muy rápida por sus vinos y nos alegra ver que el vino de frutas se afianza en Irlanda. Muy pronto otros seguirán adelante y comenzarán a producir más vinos de frutas hechos con lo que crece en ese hermoso país.
Vino de fresa irlandés, ganador del premio Blas Na Heireann & Great Tasta Award
Este emblemático vino de fresa irlandés se elabora a partir de fresas irlandesas recogidas a mano, con unas ciento cincuenta fresas pequeñas en cada botella. Se prensan suavemente para obtener su jugo, se fermentan cuidadosamente durante varias semanas y se envejecen hasta alcanzar un tono rojo dorado.
Vino de fresa irlandés, ganador del premio Blas Na Heireann & Great Tasta Award.
El sabor, que baila con los aromas del verano, es complejo y seductor en el paladar, mientras que una pizca de dulzura da paso a un sabor con mucho cuerpo, que se reduce a un final crujiente. Combina bien con las comidas ligeras y frescas del verano, pero también es delicioso como aperitivo. Es bajo en sulfitos, apto para veganos y tiene una graduación de 11%.
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