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Los vinos espumosos son los de mayor éxito a nivel internacional, es de los favoritos de los consumidores, veamos algunos tips para conocerlos
“Los vinos espumosos y el resto de vinos”, así de sencillo clasifican los amantes de las burbujas. El universo del vino se resume para ellos en estas dos únicas formas, aunque sabemos los vinos se clasifican por el color, por el tipo de uvas que se usó en su elaboración y, además, podríamos diferenciarlos hasta por la zona en que los vio nacer.
“La diferencia principal entre un vino espumoso y el resto de vinos es su método de elaboración. La mayoría de vinos se someten a una fermentación, sin embargo los vinos espumosos blancos, rosados o tintos, se fermentan dos veces, una primera vez donde se obtiene un vino normal, tranquilo, y una segunda vez, en botella o en depósito, donde se obtienen las burbujas. Este es el método de elaboración que siguen los espumosos más conocidos”.
Los espumosos llegaron a todos los rincones del mundo desde Francia. Según documentos históricos, debemos agradecerlos al monje Dom Pérignon, quien comercializó los primeros espumosos franceses. Por otra parte, aseguran que Dom Pérignon, en realidad, no fue quién inventó las burbujas del vino y que fueron los británicos quienes lo hicieron primero, “ya que para hacerlos menos secos añadían azúcar al vino y luego guardaban las botellas, provocando una inesperada segunda fermentación y la aparición de burbujas”.
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Algunos cuentan que su creación realmente fue un accidente, debido a que “los vinos fermentaban sin quererlo en la botella cuando se almacenaban y a mucha gente les gustó el resultado final y preferían la versión con burbujas”.
Los vinos espumosos cuentan, generalmente, con una cantidad de azúcar distinta dando lugar a diferentes variedades de espumosos. Por ejemplo:
- Brut Nature trae menos de tres gramos de azúcar por cada litro, pero no es añadido, proviene de la propia uva.
- Extra Brut con menos de seis gramos por litro,
- Brut con menos de quince gramos de azúcar por litro,
- Extra Seco con entre doce a veinte gramos por litro,
- Secos con entre diecisiete y treinta y dos gramos por litro,
- Semisecos con entre treinta y dos y cincuenta gramos por litro,
- Dulces que cuentan con más de cincuenta gramos de azúcar por cada litro.
Maridaje de los vinos espumosos
Existe una amplia gama de vinos espumosos, por lo que no exageraríamos al afirmar que hay uno para cada plato: “Al igual que los vinos tranquilos, va a influir mucho el color del espumoso, es decir si son blancos, tintos o rosados, así como si son más o menos secos, más o menos dulces, de acuerdo al rango de azúcar que acabamos de ver”.
En los vinos espumosos hay un plus que no pasa inadvertido: las burbujas, que “permiten un maridaje por contraste perfecto para la mayoría de comidas, limpiando el paladar de cualquier exceso de alimento, especialmente alimentos grasos y dulces”. Por esta razón, los expertos sumilleres aseguran que son unos vinos “muy fáciles de maridar, y que resultan ideales para acompañar todo tipo de mesas, así sean pescados, mariscos, arroces, carnes, entrantes, dulces o postres”.
Espumosos españoles:
- El Xamprada
- El Ardayel Bierzo,
- Rías Baixas Espumoso,
- El Marina Alta de Alicante,
- El Rueda espumoso,
- El vino espumoso de Rioja.
- El Cueva de Villanueva de Alcardete.
Espumosos extranjeros:
- Champagne francés o los Crémants.
- El Prosecco,
- El Franciacorta,
- El Lambrusco
- Fragolino
- Los Távora-Varosa
- Los Bairrada de Portugal
De ellos estaremos hablando en próximos post…
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