Se consolidan en Costa Rica los vinos veganos de Zinio Bodegas, elaborados a partir de productos naturales como levaduras a base de plantas
Zinio Bodegas se ha propuesto promover un modelo sostenible de viticultura, y generar valor a la sociedad y a las familias. Es el motor socioeconómico de Uruñuela, un pueblo de 967 habitantes situado en el corazón de La Rioja Alta. Desde hace un año, Zinio está en Costa Rica, la línea está disponible en restaurantes y pronto en supermercados.
Cuenta con ocho etiquetas en el país con opciones para todos los gustos, espacios donde se realizan catas y actividades en redes sociales. “Los vinos se distinguen por su abundante fruta, por ello están entre los más gustados en los mercados latinoamericanos”, según Juan Pradel, director comercial de Zinio.
Los vinos veganos de Zinio
Su certificado vegano se logra al utilizar solamente productos naturales, como levaduras a base de plantas, así como productos vegetales para obtener su brillo. “La bodega está conformada por 200 socios de un pueblo de menos de mil habitantes, prácticamente la comunidad vive de esto. Algo que da tranquilidad, porque es su pasión y podemos controlar desde el momento que se planta hasta que tenemos la botella en la mano”, dijo Pradel.
“Los ticos son los que más saben de vino toda Latinoamérica, tienen una gran pasión por la cultura del vino, sobre todo el público femenino y eso me llena de orgullo”, agregó.
El viñedo se extiende sobre 450 hectáreas alrededor de la bodega situándose en una cota de entre 450 y 590 metros de altura sobre el nivel del mar, en pleno corazón de La Rioja Alta, en el valle del Najerilla. Se encuentra rodeado de montañas tanto al norte por Sierra Cantabria como al sur por la sierra de la Demanda. Además, el río Ebro al norte y sus afluentes el río Najerilla al oeste y el Yalde al sur; que ejercen una fuerte influencia en el carácter de nuestras viñas.
El proyecto de Zinio Bodegas de selección de parcelas incluye una serie de parcelas situadas entre 550 y 590 metros de altitud, plantadas sobre suelos argilo-calcáreos muy pobres.
Estas viñas se caracterizan por ser muy viejas, tener una producción inferior a los 4.000 kilos por hectárea, producir unas uvas de gran concentración polifenólica (aromas y color) y por alcanzar todos los años, de manera extraordinaria, la madurez fenólica y alcohólica.
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