El vino ecológico tienen mejor sabor tras estudiar 200,000 vinos

por Juan Diego Artigas

¿Es mejor el vino ecológico?

Un estudio realizado entre 200,000 marcas de vino ecológico ha determinado que sí, tiene mejor sabor.

Críticos independientes de California y Francia se han unido en un estudio de las puntuaciones de 200,000 vinos y han determinado que las uvas producidas de forma ecológica o biodinámicas tienen mejor sabor.

Magali Delmas, un profesor de la UCLA Institute of the Enviroment and Sustainability, y Olivier Gergaud, profesor de Económicas en el KEDGE Bussines School en Bordeaux, fueron los primeros en 2016 en publicar un análisis de vinos producidos de uvas ecológicas en California.

La pareja examinó las puntuaciones de 74,000 vinos puntuados por Robert Parker, Wine Enthusiast y Wine Spectator, encontrando que los críticos puntuaron los vinos de California con etiqueta ecológica, un 4,1% más alto que los vinos convencionales (aquellos no certificados por organizaciones como ecológicos o bio)

En febrero de 2021, los mismos responsables del primer estudio publicaron los resultados del segundo estudio en periódico Ecological Economics, esta vez revisaron las puntuaciones de 128,000 vinos producidos en Francia, y nuevamente encontraron que los vinos certificados como ecológicos, o bio, tenían puntuaciones más altas.

En este estudio, las puntuaciones fueron recopiladas y analizadas por Gault Millau, Gilbert Gaillard y Bettane Desseauve, que encontraron que los vinos sin las certificaciones de vino ecológico tenían una puntuación inferior de un 6,2% comparados con las conseguidas por los vinos ecológicos. Los vinos certificados como bio consiguieron una puntuación incluso mayor, un 11,8%.

Los vinos franceses con auto-etiquetado (sin certificación oficial) pero que utilizan prácticas de la metodología “Lutte Raisonnée“, donde se practican un tipo de viticultura donde se eliminan químicos y son menos agresivos con el entorno, recibieron puntuaciones que “no eran sustancialmente diferentes” que los vinos elaborados de forma tradicionales, lo que añade valor al hecho de tener que rendir cuentas a los procesos de acreditación formalizados, ya sean orgánicos o biodinámicos.

¿Qué es el vino biodinámico?

El iniciador de esta técnica de cultivo fue Rudolf Steiner. La biodinámica concibe a la bodega y la granja como organismos complejos, donde se incluyen a los animales y al hombre y se entiende como un todo holístico, un equilibrio que hay que proteger y preservar.

La búsqueda del equilibrio en el ecosistema, la preservación de la diversidad biológica y la recuperación de la actividad microbiana de los terrenos es la base de esa agricultura. Se busca conseguir viñedos equilibrados, que produzcan uvas de mejor calidad y con mayo presencia del terroir del que proceden.

No se utiliza ningún tipo de fungicida o pesticida, ni cualquier clase de químico. La biodinámica lleva la agricultura ecológica a un nuevo nivel, se sigue el calendario lunar y astrológico como guía de los ciclos naturales y se plantan botánicos y hierbas sanadoras en el viñedo, como la valeriana, la ortiga o la manzanilla. La fertilización se realiza con compuestos biodinámicos, como el compost de cuernos de vaca enterrados.

Cuernos de vaca para elaborar compost

Cuernos de vaca para elaborar compost biodinámico

Según Steiner, existían 9 preparados biodinámicos, dos para el suelo y 7 como compost, como los cuernos de vaca enterrados como compost, conferían poderes sobrenaturales terrestres y cósmicas al suelo.

El calendario lunar es una pieza muy importante en esta agricultura, pues tiene influencia sobre la vida de las plantas. Se tienen en cuenta los astros, según dijo Rudolf Steiner: “es necesaria la armonía de los astros para que la planta sea capaz de desarrollar correctamente en su interior el poder nutritivo y la fuerza reproductora”.

Muchas de las mejores bodegas del mundo, son biodinámicas, pero la agricultura bio ha sido criticada como “técnica mística sin rigor científico“. A día de hoy no a demostración de que la agricultura biodinámica sea mejor que la ecológica, ni que un vino biodinámico sea mejor que un vino ecológico.

La agricultura biodinámica la certifica una organización llamada Demeter, como requisito imprescindible para la obtención de esta certificación, que es más exigente que la ecológica, se exige, con carácter previo, precisamente esta, la certificación ecológica.

¿Qué es un vino ecológico?

El vino ecológico es un vino elaborado con un control que se realiza en toda la cadena productiva.

Desde el uso de abonos naturales para las viñas (en lo posible generados con la propia biomasa de los cultivos), la prohibición de usar uva dañada durante la vendimia, a las zonas de cultivo no se les puede añadir químicos, no se utiliza maquinaria para la siembra ni la recolección (todo el proceso es manual), niveles mínimos de carbono en la clarificación hasta el uso corcho natural en los tapones de las botellas son algunas de las características necesarias para que un caldo pueda ser certificado como vino ecológico.

Sello oficial de Vino Ecológico Europeo

Sello oficial de Vino Ecológico Europeo

Muchos vinos tradicionales se elaboran siguiendo las directrices o gran parte de ellas que exige un vino ecológico, pero para poder tener esta mención en su etiqueta y que esta sea acompañada con el distintivo oficial, debe ser certificada por el organismo que regula.

En 2020 la denominación de origen CAVA modificó su reglamentación para exigir que todos los cavas cumplieran con la producción ecológica.

En nuestra tienda online puedes encontrar una gran selección de vino ecológico de diferentes zonas de España.

Las CCAA son las entidades públicas encargadas del control, la promoción y la certificación de productos procedentes de la agricultura ecológica. Todas las Autoridades Públicas de Control de Agricultura Ecológica están agrupadas en INTERECO, una asociación Sin Ánimo de Lucro.

Entidades-Certificadoras-por-CCAA

Entidades-Certificadoras-por-CCAA

Algunos viticultores no certifican sus vinos como ecológicos

Delmas explicó la motivación de la investigación, que tiene su origen en el hecho de que, aunque muchos viticultores invierten mucho en prácticas de elaboración de vinos ecológico y sostenibles, no necesariamente dan a conocer sus métodos o certificaciones ecológicas en sus botellas.

Delmas y Gergaud también encuestaron a los bodegueros californianos como parte del estudio de 2016, y descubrieron que un tercio de las bodegas que habían adoptado certificaciones ecológicas, cuya gestión es entre un 15 y un 20% más cara, no lo habían puesto en su etiqueta.

Para los viticultores, el principal beneficio de la viticultura sostenible ha sido salvaguardar sus tierras para las generaciones futuras, más que por motivos de marketing de la actual moda del vino ecológico.

Lo que el estudio de Delmas y Gergaud ha descubierto es que también hay un notable aumento de la calidad de los vinos producidos con uvas de cultivo ecológico o biodinámico, según su valoración por parte de los críticos del vino, que si bien se reconoce entre los vinicultores, no necesariamente se ha comunicado de forma eficaz a los consumidores.

En algunos casos, los bodegueros han optado por omitir por completo la acreditación en su etiquetado para que los consumidores los consideren “más convencionales“, afirma Delmas.

Este estudio pone de manifiesto la disparidad entre las percepciones de los consumidores, los expertos y los vinicultores.

Parte del problema con la percepción del consumidor, dice, ha sido que en los primeros días del movimiento del vino orgánico y natural la calidad era más irregular, con viticultores quizás menos hábiles en la viticultura sin productos químicos y mucho hecho por “ensayo y error“.

Otro reto ha sido establecer una conexión entre el vino ecológico y una mejor salud, como es posible con productos ecológicos como las fresas o las patatas. En general, los consumidores no están dispuestos a sacrificar nada por el bien público si no obtienen también un beneficio privado, dice Delmas, y esa conexión con la salud es más difícil de establecer con el vino.

Las percepciones están cambiando, dice, con una generación más joven más abierta a los vinos ecológicos, espoleada quizás por incidentes como el que cita en Burdeos en 2014, donde hubo que evacuar una escuela y tratar a los niños en el hospital después de que se rociaran pesticidas en las cercanías, lo que llevó a protestas y a presionar a la industria vinícola francesa para que evolucionara sus prácticas más rápidamente.

El mercado mundial de Vino Ecológico en auge

La agricultura ecológica también va en aumento, aunque sigue representando un pequeño porcentaje de la producción. De los 128.000 vinos franceses analizados en el segundo estudio de Delmas y Gergaud, solo el 3,87% de los vinos fueron certificados por terceros como vino ecológico o biodinámico entre 1995 y 2000. Sin embargo, esta cifra aumentó al 7,37% para los vinos producidos entre 2001 y 2015, lo que indica un aumento de la acreditación y el compromiso con el movimiento.

El año pasado, el IWSR pronosticó que el mercado mundial de vino ecológico crecerá un 43% hasta 2024, mientras que las empresas más grandes también se comprometen cada vez más con las prácticas ecológicas, lo que, según Delmas, es necesario para “legitimar” la elaboración de vinos ecológicos en la mente de los consumidores en general.

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