El presidente de la OIV afirma que «técnicamente está comprobado que es igual meter el vino en madera que meter la madera en el vino» Echevarría garantiza que cualquier decisión se tomará con las autonomías y el sector.
La cuestión en Rioja, con el mayor parque de barricas de Europa, es de enorme trascendencia, ya que en caso de permitirse para las denominaciones de origen unas podrían prohibirlo, pero otras, con parques reducidos de barricas, no: «Las denominaciones de origen -indicó Echevarría- tienen derecho a exigir sus propias reglas, es decir, pueden diferenciarse del resto y poner en el mercado productos de calidad diferente, pero no pueden impedir que otros puedan optar por prácticas como el empleo de virutas que la OIV ha respaldado científicamente».
El parque de barricas
Preguntada sobre si era consciente de que Rioja cuenta con un parque de barricas superior al millón, la directora general insistió en que «la posición del Ministerio no está tomada, simplemente he avanzado unas ideas generales, y lo que digo es que hay tomar posiciones pensando en que debemos preguntarnos si debemos seguir dando la espalda a una práctica extendida en todo el mundo y respaldada por la OIV».
María Echevarría realizó estas declaraciones en la presentación del próximo Congreso de la OIV, que se celebrará en Logroño en el mes de junio. El presidente de la institución, el alemán Reiner Wittkowski, recordó que la OIV aprobó en el 2001, tras años de discusiones y comprobaciones científicas, el empleo de virutas de roble en la elaboración de vinos como una práctica aconsejable y garantizada. Aunque sus resoluciones no obligan, los países suele hacer caso a las recomendaciones de la OIV, como de hecho ha pasado ahora con la reciente aprobación de esta prática por la Comisión Europea. Wittkowski se mostró firme partidario de la misma por su reducido coste y sus resultados: «Se ha demostrado técnicamente que es lo mismo meter el vino en madera (crianza tradicional en barrica) que meter la madera en vino (virutas)», sentenció.