Comercio del vino europeo y perspectivas para 2030, según el Informe Anual de la UE con un apartado sobre cómo puede evolucionar el vino
El comercio del vino ha tenido que vivir momentos de altas y bajas en las últimas etapas, por lo tanto ha tenido que adaptarse a los estilos de vida y preferencias de varias generaciones. Teniendo en cuenta el Informe Anual de La Unión Europea, publicado a mediados de diciembre, con previsiones de la agricultura con un apartado específico sobre cómo puede evolucionar el vino europeo, hablaremos de cuáles son, según lo planteado en este documento las perspectivas del comercio del vino de cara a 2030.

Comercio del vino: crece la demanda de vinos con menor graduación alcohólica y de vino espumoso, que se pueden consumir en diversas ocasiones.
Lo primero que debe saber es que se trata del informe de conclusiones de las sesiones de trabajo en las que participó el OeMv con su visión sobre la evolución reciente de las principales variables del sector del vino, los elementos de impacto principales y la estimación de la posible evolución al 2030: “Para 2030 se pronostica una disminución más lenta del consumo de vino per cápita de la UE (-0,3% anual) en comparación con 2009-2019 (-1,1%), de alrededor de 25 litros anuales. Sin embargo, podrían persistir grandes diferencias entre los Estados miembros de la UE”.
Pronósticos del comercio del vino
- Crece la demanda de vinos con menor graduación alcohólica y de vino espumoso, que se pueden consumir en diversas ocasiones.
- Impulsados por la pandemia de COVID-19, están floreciendo nuevas formas de comercializar el vino, como el comercio electrónico, y se espera que se desarrollen aún más, impulsando también la demanda.
- Se espera que un ligero aumento en el uso de la producción vinificada para ‘otros usos’ (por ejemplo, la destilación y la producción de ‘productos procesados / elaborados’) compense la disminución del consumo de vino. Como resultado, el uso doméstico total de la producción vinificada podría permanecer estable.

Gráfico que muestra el análisis de los años 2008, 2019 y el pronóstico para 2030: “el uso doméstico total de la producción vinificada podría permanecer estable”.
El consumo en 2017 fue de 243 mill. hl de vino. Desde la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) resaltan que el consumo prácticamente se ha estabilizado desde la crisis económica de 2008 y presenta una tendencia positiva desde hace 3 años. Y en lo que se refiere al comercio del vino en el mercado internacional: “presenta un saldo muy positivo tanto en volumen (108 mill. hl, lo que supone un aumento del 3,4 % con respecto a 2016) como en valor (30 400 mill. EUR, lo que supone un aumento del 4,8 % con respecto a 2016)”.

Comercio del vino: el consumo prácticamente se ha estabilizado desde la crisis económica de 2008 y presenta una tendencia positiva desde hace 3 años.
En ese mismo año, la “producción comunitaria de vino alcanzaría los 141 mill. hl, lo que indica una reducción del 14,6 % con respecto a 2016. Esta situación es la consecuencia de las condiciones climáticas desfavorables en los principales países productores de Europa”.
Comercio del vino: exportaciones de vino de la UE
“Las exportaciones de vino de la UE crecieron con fuerza entre 2009 y 2019 (+ 5% anual). Si bien el volumen se ha estabilizado recientemente, el valor ha seguido creciendo. Las exportaciones de la UE están impulsadas por la alta demanda de vino de la UE con indicación geográfica (IG) y vinos espumosos en general”, plantea el informe. A pesar de la COVID-19, “la estabilización de la demanda global y la fuerte competencia de los países productores de vino fuera de la UE, se espera que las exportaciones de vino de la UE crezcan ligeramente a 31 millones de hectolitros en 2030 (+ 0,3% por año)”.
“La demanda de vinos de nivel de entrada (de bajo precio) sigue siendo fuerte y la UE también podría desarrollar aún más este mercado, por ejemplo, exportando más vino a granel”, platea el informe.

Comercio del vino: análisis de las exportaciones e importaciones.
“Dado que se espera que la demanda de la UE caiga y las exportaciones se mantengan casi estables, la producción de vino de la UE se reducirá a 160 millones de hectolitros (-0,3% por año) para 2030, aunque con una variabilidad anual debido a las condiciones climáticas. Después de un largo período de declive, se espera que la superficie total cubierta por viñedos crezca ligeramente para 2030 (+ 0,2% anual), principalmente para vinos con IG de alta calidad con rendimientos generalmente más bajos”, sugieren los analistas.
Veamos lo que ocurrió en 2016:
Volumen de las exportaciones
- Con 22,1 mill. hl y una cuota de mercado del 22 %, España sigue siendo el mayor exportador.
- Aumento superior al 3 % frente a 2016 de las exportaciones de Nueva Zelanda, Chile, Portugal, Francia, Italia y Sudáfrica.
- Reducción importante de las exportaciones de Argentina, los Estados Unidos y España.
Valor de las exportaciones
- Total mundial: 30 400 mill. EUR.
- Aumento del 4,8 % con respecto a 2016 (29 000 mill. EUR): se trata de un aumento notable en Australia, Francia, España, Italia, Portugal y Nueva Zelanda. Las disminuciones más importantes se registran en los Estados Unidos, Argentina y Sudáfrica.
- Francia es el primer exportador mundial en valor, con 9000 mill. EUR exportados en 2017.

Por lo que respecta al volumen del comercio del vino en el mercado internacional, la cuota de “la comercialización de los vinos tranquilos embotellados aumentó entre 2016 y 2017 y pasaría del 54 % al 57 %.
Por lo que respecta al volumen del comercio del vino en el mercado internacional, la cuota de “la comercialización de los vinos tranquilos embotellados aumentó entre 2016 y 2017 y pasaría del 54 % al 57 %. Esta evolución se despega de la tendencia observada desde hace varios años, ya que, entre 2000 y 2016, la cuota de las exportaciones de vino embotellado pasa del 65 % al 54 %. La cuota de las exportaciones de vino embotellado (envases de más de 2 L) aumenta enormemente en volumen en 2017 en Alemania, Portugal, Argentina y Francia”.
Los viñedos nuevos y replantados deben compensar los abandonos que surgen por la falta de sucesión de fincas y / o las dificultades para competir en el mercado, aunque el aumento de la producción de vinos de calidad y vinos orgánicos podría resultar en rendimientos promedio más bajos: “Las previsiones europeas, especialmente difíciles en un año tan turbulento y con cambios tan dramáticos como el 2020, apuntan hacia una cierta estabilidad del consumo mundial de vino, con caída en la Unión Europea. En línea con lo ocurrido en los años más recientes, esta mayor estabilidad del consumo implicaría una gran estabilidad de los intercambios comerciales en términos de volumen, aunque con potencial de revalorización en términos económicos, por incremento de su precio medio”.