Bebidas sin alcohol bajó el consumo casi 8% en 2020 debido al impacto de la pandemia en el bolsillo, sugiere un informe de Cámara Argentina
Bebidas sin alcohol bajó el consumo casi 8% en 2020 debido al impacto de la pandemia en el bolsillo, sugiere un informe de Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA). La investigación, liderada por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Argentina, concluyó que tomar gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas provoca anualmente 357.000 nuevos casos de diabetes en hombres y 282.000 en mujeres.
“El 2020 será recordado no solo por los efectos sociales de la pandemia sino también por las consecuencias económicas generadas y, en ese marco, el consumo de bebidas sin alcohol tampoco fue la excepción, ya que sufrió una contracción del 7, 7 % con relación al 2019″, relata el informe.
Impacto de la pandemia y las medidas sanitarias
Las estadísticas de la cámara incluyen a todas las categorías de bebidas sin alcohol: gaseosas, aguas saborizadas, aguas con y sin gas, jugos, isotónicos y energizantes. Se analizaron los datos en un contexto en el que la inflación cerró en 36,1 en 2020, según el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec). No obstante, la división de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas registró “un incremento el año pasado de 42,1%, y se ubicó solo detrás de las divisiones Prendas de Vestir y Calzado (+60%) y de Recración y Cultura (+48%)”.
“Si bien el primer trimestre del año inició con una menor disminución del volumen de ventas en comparación con el mismo período del año anterior (3,2%), a raíz de la pandemia y del aislamiento social preventivo y obligatorio, durante el segundo trimestre la industria de bebidas sin alcohol registró un desplome en sus volúmenes de ventas de casi 24%”, alertó la entidad.
El consumo per cápita de bebidas sin alcohol viene en franco declive en los últimos años como resultado de la combinación de distintos factores. “Esto se debe principalmente a la disminución en el poder adquisitivo de los consumidores y al impacto de la carga impositiva del sector de bebidas (49%) que termina afectando al precio de venta”, advirtió CADIBSA.
Sistema tributario y marcas que se comercializan
Con relación al sistema tributario, indicó que “esta carga impositiva —la más alta del sector en América Latina— contribuye a incrementar la informalidad del sector, que se ve reflejada en el crecimiento y proliferación de segundas marcas”. Al mimo tiempo, “el consumo per cápita de bebidas sin alcohol viene en franco declive en los últimos años como resultado de la combinación de distintos factores”.
“Estas marcas se comercializan a precios sensiblemente inferiores, debido a ciertos grados de informalidad con el que operan a lo largo de su cadena de valor”, agregó. La cámara puntualiza, además, que “la cadena de valor tiene como primer eslabón a los productores agropecuarios de 12 provincias, e incluye cientos de proveedores de insumos y miles de puntos de venta como supermercados, almacenes, pequeños autoservicios y kioscos, los que actualmente constituyen el principal canal de ventas del sector”.