Escuela agroecológica en Chocamán: “A través de los licores también se rescata la medicina tradicional”

por Dunia Torres González

La Escuela agroecológica en Chocamán Busca dar apoyo a las familias comprando plantas que no tienen en su jardín botánico Yoltzin

Para saber la importancia de los ingredientes botánicos, no hay que ir muy lejos solo hay que preguntarle a un elaborador de licores. Por eso, nos parece esencial el trabajo que está desarrollando la Escuela agroecológica en Chocamán, México, en el rescate de la medicina tradicional.

Maximino Maximiliano Puertos, encargado de la Escuela en Chocamán, explicó que con el desarrollo de este proyecto, que ya se encuentra en fase de implementación, buscan rescatar los saberes ancestrales de la medicina tradicional.

Escuela agroecológica en Chocamán

Romero, lavanda, albahaca, fitolaca, higuerillas y malvas son algunas de las plantas que se han incluido en el proyecto, así lo aseguró el encargado de la Escuela agroecológica en Chocamán.

Romero, lavanda, albahaca, fitolaca, higuerillas y malvas son algunas de las plantas que se han incluido en el proyecto, no solo para procesarlas como medicamentos, sino como mermeladas, licores y productos de herbolaria de forma casera, así lo aseguró el encargado de la Escuela agroecológica en Chocamán.

Para rescatar los saberes ancestrales

Con el objetivo de rescatar los saberes ancestrales de la medicina tradicional así como dar un valor agregado al producto del campo, la Escuela agroecológica en Chocamán busca dar apoyo a las familias comprando plantas que no tienen en su jardín botánico Yoltzin.

Para el procesamiento de estas plantas no cuentan con altas tecnologías, pero se sienten orgullosos de su laboratorio casero, donde las ollas de peltre, una estufa convencional, ollas exprés y herramientas de cocina forman parte de sus rutinas. Allí se realizan pomadas, mermeladas, licores de sabor como poleo, zacate de limón así como los baños especiales para las embarazadas.

Escuela agroecológica en Chocamán

“Tengo a exalumnos que tienen su propia marca de licor de café o de mermeladas de chicozapote y eso me llena, pues no dejamos que estás tradiciones de herbolaria mexicana se pierdan ante la medicina”, agrega Puertos.

Maximino Maximiliano Puerto, licenciado en herbolaria, y su esposa Galia Guadalupe, química fármaco-bióloga, ponen todos sus esfuerzos y conocimientos en función de este proyecto que se ha ganado el respeto y reconocimiento de la comunidad.

Para todos ha sido un constante aprendizaje en la Escuela agroecológica en Chocamán. Ellos se preparan diariamente para impartir los cursos, mientras que los habitantes de la región que se han comprometido con sus ideas ya perciben que esta es una vía de ingresos y también un modo de vida.

La Escuela agroecológica en Chocamán cuenta con herramientas caseras que capacitan a los aprendices en temas de comercio justo, economía solidaria, siembra de hortalizas en espacios pequeños, el cuidado de este tipo de plantas medicinales, así como la agro-industrialización de productos como mermeladas y licores así como las galletas y productos derivados del café.

Los cursos de la Escuela agroecológica en Chocamán

Maximiliano Puertos, comentó que “este curso consta de 3 meses y al finalizar el mismo realizan una demostración de lo aprendido exhibiendo productos obtenidos, dentro de sus egresados hay personas originarias de Chocamán, Zongolica, Zentla, Amatlán de los Reyes, Huatusco, Comapa, Tomatlán, Coscomatepec, entre otros”.

Escuela agroecológica en Chocamán

Maximino Maximiliano Puertos, encargado de la Escuela agroecológica en Chocamán, explicó que con el desarrollo de este proyecto buscan rescatar los saberes ancestrales de la medicina tradicional.

“Para mí, es satisfactorio ver cómo hacen de lo aprendido un emprendimiento, tengo a exalumnos que tienen su propia marca de licor de café o de mermeladas de chicozapote y eso me llena, pues no dejamos que estás tradiciones de herbolaria mexicana se pierdan ante la medicina”, agrega.

Cuestionado sobre cuál es el proceso de la realización de uno de los licores que tiene en venta, dijo que “debe de buscarse una planta de calidad que esté libre de plagas y fertilizantes, lleva un proceso de macerado con whiskey, mezcal, tequila o aguardiente y esto lleva 3 meses por ello se da una planta ya hecha, luego se realiza un proceso de vaporización para obtener perfume de la mata, luego se dulcifica al paladar de la persona”.

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